Súbete al Golf (SaG) es un proyecto de PuntoCero Consultores, y lo que buscamos es construir un ecosistema de contenidos y experiencias, en el que mostramos de forma innovadora y disruptiva la práctica del golf, pero no sólo desde el punto de vista deportivo sino también lo que significa este deporte, al compartir y disfrutar esas experiencias con otros.
El golf en Latinoamérica es un deporte de élite y sólo se conoce a través de las transmisiones especializadas de torneos y competencias, en las que sólo se ve a los deportistas en un entorno muy competitivo y lleno de reglas, o bien muy esporádicamente en las secciones de deportes de los medios tradicionales, que están dirigidas a un público muy especializado. Pero lo cierto es que practicar este deporte puede ser una experiencia transformadora y por eso queremos transmitir esas vivencias y sus valores, a la mayor cantidad de gente posible.
El golf es personalmente desafiante y, al mismo tiempo, colectivamente muy entretenido. El esfuerzo que requiere mejorar cada vez, se combina con la entretención de practicar en entornos naturales espectaculares y con otros apasionados por el mismo deporte, que valoran y disfrutan de igual forma, estas experiencias. Además, el golf está cambiando. Cada día más aparecen nuevos formatos, nuevos estilos y nuevas experiencias, y es lo que está haciendo crecer el golf en todo el mundo, atrayendo a mucha más gente a un deporte que hasta hace poco era muy exclusivo.
Eso es lo que queremos mostrar y poder acercar así a muchísima más gente al golf, romper los esquemas clásicos del golf, mejorar incluso su reputación y aprovechar la «fiebre» del golf que se está viviendo en esta época y «subir» a la mayor cantidad de gente posible a este increíble deporte. ¡Bienvenidos! 🏌🏻♀️🏌🏻♂️
Mi nombre es Nicolás Ibieta. Soy fundador y CEO de PuntoCero Consultores. Nací en Buenos Aires, muy cerca del Club de golf San Isidro. Luego a los 2 años nos volvimos a vivir a Chile y comencé a jugar golf como a los 6 años en el Club de Campo La Posada en Concepción y desde siempre ha sido una pasión, casi como una adicción. A mis 12 años con mi familia nos cambiamos a vivir a Santiago y entonces el golf se volvió inaccesible.
Pero siempre buscaba alguna forma para poder jugar. En el colegio dejaba unos palos escondidos y jugaba en las canchas de rugby junto al río Mapocho, en el colegio Manquehue. Cuando se inauguró, fue un regalo poder empezar a ir al driving range que funcionaba en la Ciudad Empresarial de Huechuraba, pero no era suficiente. Por lo mismo, junto a un amigo que quería que le enseñara y aprender, fundé la primera rama de golf de la Universidad Diego Portales, para lo cuál conseguimos un convenio con el Club de Golf Las Palmas del Olivetto. Era una buena hora y media de viaje para jugar, pero no perdíamos la oportunidad de ir, al menos una vez por semana. Tras terminar la carrera de periodismo, mi primer trabajo fue la práctica profesional para el programa de Canal 13 Cable «Tee Time», donde tuve la suerte de conocer a la mayoría de los jugadores que animaban los torneos más importantes de Chile, en hombres y mujeres.
Hoy sigue siendo muy caro hacerse socio de un club con cancha de 18 hoyos oficial, pero igual con mi familia hemos podido hacernos socios de un club social que cuenta con una cancha de 9 hoyos de pitch&putter y eso ya es un regalo. Adicionalmente juego esporádicamente en canchas de 18 hoyos, cuando el tiempo y los recursos lo permiten, y en las que lo permiten para no socios, lo que de todas formas sigue siendo un desembolso significativo, pero así es la vida de un “adicto” al golf. Mi pasión por el mundo de las comunicaciones, junto a la pasión por el golf, se combinaron para dar vida a Súbete al Golf. Espero que lo disfruten tanto como yo.
El swing de golf es muy, muy rítmico. Tiene un cierto tempo, como en la música.
Justin Timberlake
Creo que el golf es literalmente, una adicción. Me sorprende que no exista «Golf Anónimos».
Larry David
Cuando estás en una cancha de golf, da igual con quién estés y con quién juegues. Todos quieren que los demás lo hagan bien.
Condoleezza Rice