Negocio Redondo

El golf es un deporte del que disfrutan millones de personas en todo el mundo desde hace siglos e incluso en algunos países es uno de los deportes más practicados.

Sin embargo, ha pesar de la popularidad que ha tenido en América Latina en los últimos años, con figuras como Ángel «el pato» Cabrera y más recientemente otros como Emiliano Grillo, en Argentina; Camilo Villegas y Sebastián Muñoz, en Colombia; Lorena Ochoa y Gaby López, junto a Abraham Ancer y Carlos Ortiz, en México; y en nuestro país con Nicole Perrot, primero, y más recientemente con la explosión de Joaco Niemann y Mito Pereira, a pesar de todos esos nombres no ha habido un aumento significativo del crecimiento y desarrollo del deporte en nuestra región. Pero, por lo mismo, el golf sigue teniendo un enorme potencial de crecimiento y desarrollo en Chile y Latinoamérica, para lo que se necesitan más incentivos en varias dimensiones, para ayudar a materializar este potencial.

Uno de los incentivos clave que se necesitan para ayudar a estimular el crecimiento y el desarrollo del golf, es la necesidad de desarrollar de mejor forma el golf profesional en cada país. Es necesario incentivar la competencia entre golfistas profesionales de la región y mejores premios económicos, sin duda pueden ayudar a conseguirlo. Sólo un ejemplo puede ilustrar la situación actual: mientras en Augusta, Jon Rahm recibía un cheque por 3 millones doscientos cuarenta mil dólares por ganar el Masters, algo así como 2 mil seicientos cuarenta millones de pesos chilenos, mientras en Rancagua, el campeón del Abierto de Los Lirios, uno de los torneos que ha entregado uno de los mayores premios en torneos locales, el campeón Gabriel Morgan Birke, recibía un cheque por 3 millones doscientos cuarenta mil pesos. Evidentemente, no se pueden comparar ambos premios, pero sin lugar a dudas uno puede afirmar que los incentivos en premios para un jugador profesional, alguien que asumimos quiere dedicar su vida a practicar el deporte como su forma de trabajo y sustento, aparte de la pasión deportiva que se requiere, no son suficientes y nadie puede hacerlo exclusivamente con premios como los que se entregan en Chile y en otros países de la región, donde ocurre lo mismo. Un deporte que, por lo demás, en nuestros países quienes mayoritariamente lo practican son de sectores acomodados, dueños y gerentes de empresas, abogados, ingenieros, médicos, etc., en suma, esencialmente un espectro de personas atractivo para marcas y auspiciadores. Por eso, cabe preguntarse qué es lo que se requiere para, entre otras dimensiones, mejorar las condiciones del golf para potenciar su crecimiento y desarrollo, como puede ser mejorar los incentivos a su práctica de forma profesional.

Otro aspecto importante para el crecimiento y el desarrollo del golf en América Latina, es la necesidad de un papel más activo del apoyo gubernamental. Los gobiernos pueden desempeñar un papel importante en la promoción de este deporte, entregando financiamiento para programas de desarrollo, infraestructura, etc., y creando políticas que apoyen el crecimiento de este deporte. Esto puede contribuir a crear un entorno más propicio para el desarrollo del golf en la región, especialmente de cara al mayor evento deportivo que hemos tenido en Chile, como son los próximos Panamericanos y Parapanamericanos 2023 en Santiago, en los que el golf será una de las disciplinas y que para Chile, será oportunidad real de medallas y de proyección a los próximos Juegos Olímpicos en París 2024.

Otro aspecto relevante es también, una mayor cobertura de este deporte en los medios de comunicación. Siguiendo el ejemplo incial, el día lunes tras la victoria de Rahm en el Masters se podía leer en varios medios de circulación nacional, respecto a la victoria del español en el torneo en Augusta, pero ni una sola coma en los medios que no fueran especializados, sobre la victoria de Morgan en Rancagua. Un mayor espacio de difusión a nivel masivo, ayudaría sin dudas a dar a conocer el golf y a generar interés entre los aficionados a los deportes en general, ayudando a acercar el golf a cada vez más personas, y en paralelo dando una mayor vitrina y atractivo, para potenciales patrocinadores y hasta inversionistas.

Por último, y quizás de los aspectos más relevantes, también es necesario que las federaciones y los clubes de golf locales adopten un enfoque más profesional a la hora de convertir los torneos en un espectáculo y, así, en una oportunidad de negocio. Los torneos de golf pueden ser mucho más que simples eventos deportivos de nicho, también pueden ser una gran oportunidad para dar a conocer la cultura, la gastronomía y el turismo de la región, como ya lo está haciendo Argentina, por ejemplo. Adoptando un enfoque más profesional en la organización y comercialización de los torneos, como lo acaba de demostrar la realización del Chile Classic, por parte de la productora de Alejandro Peric, las federaciones y clubes de golf locales pueden contribuir a atraer más aficionados, patrocinadores e inversores a este deporte.

En conclusión, el crecimiento y desarrollo del golf en Chile y el resto de América Latina, es una gran oportunidad que no se debiera desaprovechar. Con premios en dinero más atractivos, más cobertura mediática, apoyo gubernamental y un enfoque más profesional y de espectáculo, por parte de las federaciones y clubes de golf locales, la región puede aprovechar todo el potencial de este gran deporte. Es hora de que todos trabajemos para hacerlo realidad y lograr que la mayor cantidad de gente posible, se suba al golf.

Nicolás Ibieta Illanes
Director
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